JUGUETES

JUGUETES

Cuando era niño, vivía en casa de mis abuelos y me gustaba mucho oír las historias de sus vidas: sentía que eran mis sueños transcurridos hace poco tiempo.

Una vez mi abuela dijo que había un almacén lleno de juguetes, diversos y antiguos, que serían míos si me portaba bien. Pero ya sabía dónde estaba el almacén y salí durante la noche a buscarlo afuera, en el patio.

Llegué, la puerta cerrada era de madera vieja, aunque intacta, nada roída por los años. Intenté abrirla con las llaves que encontré en el cajón del escritorio de mi abuelo. ¡Qué bien! ¡Lo conseguí!… Entré sin hacer ruido, temeroso y despacio.

Todo estaba cubierto de sábanas: el polvo saltaba por el aire cuando quité cada una. Estuve sorprendido mirando con sonrisas, uno a uno, los juguetes… Pero de repente, un avioncito de color rojo y blanco pasó volando sobre mí. Me espanté, y fue peor todavía cuando todos cobraron vida propia: los carros corrían como locos,  los animales gritaban y prorrumpían sonidos extraños, los muñecos me hablaban y después reían.

Pensé que tal vez Dios me castigaba por haber ido sin permiso de mis abuelos… No supe, pero luego desperté en mi cuarto y el mismo avión estaba debajo de mi almohada.

Osfelip Bazant

Mismo cuento en portugués aquí:

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