La eternidad del poeta

LA ETERNIDAD DEL POETA

Cierta vez dos poetas se preguntaron sobre la eternidad de sus vidas si lograban escribir buenos versos… El primero exclamó: “La poesía es como un rompecabezas difícil de armar por su complejo pensamiento; forma como contenido deben extrañar, alterar e incomodar tanto al alma como al cuerpo”. El segundo, rápidamente refutó: “La poesía es un acertijo que se entiende por el mismo sentimiento; forma como contenido deben enseñar, deleitar y conmover tanto al alma como al cuerpo”. Dicho y hecho, sin vivir y contar aquella anécdota, sólo el segundo poeta, entre tantas voces, sigue existiendo.

Osfelip Bazant

El asesino del jefe malvado

El asesino del jefe malvado

Todos los trabajadores asistieron al funeral del asesinado jefe.
Algunos lloraban sin en verdad llorar; otros rezaban con vagas palabras, y, otros más, eran silencio o se lamentaban taimadamente.
Sin embargo, todos yacían en un mismo cuestionamiento sobre el prodigioso asesino y, a la par, se respondían: “fui yo”.

Osfelip Bazant