Breve historia del soneto en Latinoamérica

Breve historia del soneto en Latinoamérica (información inédita)

Después de la consolidación y esplendor del Renacimiento en la península ibérica, las imitaciones de los versos italianos pasaron al “Nuevo Mundo”, o, mejor dicho, a América. Los moldes españolizados, de soneto y de otras estructuras clásicas, se introdujeron a través de poetas y escritores castellanos que habitaron en las regiones colonizadas por mucho tiempo o toda la vida.
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A diferencia de España, se desconoce el nombre del poeta o compositor del soneto en Latinoamérica; sin embargo, se infiere con seguridad dos posibles opciones:

Primera. Cualquier autor peninsular lo escribió en los recibimientos o “festejos” de las clases monárquicas, pues solían alabarse y aclamarse mediante cantos y composiciones comunes de la época. De aquí que no debemos descartar que un soneto haya sido realizado primordialmente para alguien con un poder o puesto soberano, como los virreyes. Recordemos que entre los virreinatos se encontraban el de las Indias, de la Nueva España y del Perú.
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Segunda. Los propios poetas peninsulares llegaron a ciertas zonas de las colonias (Gutierre de Cetina, Juan de la Cueva, Eugenio Salazar de Alarcón, entre otros), introdujeron y a la vez escribieron los primeros sonetos latinoamericanos. Un caso destacado es el de Gutierre de Cetina, poeta establecido en la parte central de la Nueva España (México) y que produjo una amplia gama de sonetos que lo han vuelto uno de los más estudiados en la actualidad. Y aunque no haya sido el primero, sí propició y prosperó la consolidación del soneto en América Latina.   

En fin, probablemente el soneto haya sido escrito en la Nueva España, sobre todo capital y alrededores (Ciudad de México y estados colindantes), el punto sobresaliente del poder monárquico español en América y con más designios políticos y estancias que permitieron tanto el acogimiento como el desarrollo de autores peninsulares, criollos y mestizos. Así, por ejemplo, el primer sonetista mexicano o latinoamericano, inclinado por las formas clásicas, fue Francisco de Terrazas, además de ser discípulo directo de Gutierre de Cetina, y aunado a esto en la Nueva España nace la poetisa más importante de América, Sor Juana Inés de la Cruz, quien cultivó una serie de sonetos comparables con los de autores españoles del Siglo de Oro, tales como Lope de Vega, Góngora y Quevedo. 

Nota:
Investigación en documentos e historiadores… Recomendación: Breve origen e historia del soneto y Breve historia del soneto en España. 

Osfelip Bazant